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Sábado, 08 de Octubre de 2011
Esperó con paciencia y calma. Como lo hacen todos los que conocen e intuyen cuando el momento llega, y es que con apenas 42 años de edad sabe que el apresuramiento es mal consejero, los ejemplos del desbocamiento político en nuestro país sobran mucho, no obstante, uno con mayor exactitud que retrata el planteamiento fue el de una ex Miss Universo que cuando aspiró a la presidencia de Venezuela su popularidad la ubicaba en todas las encuestas con 68% de aceptación, el actual jefe del régimen apenas tenía 6% y lamentablemente producto de ese desbocado arranque hoy tenemos la pesadilla personificada.
Pablo supo esperar, jamás dijo los espero en la bajadita, solo aplicó la máxima, de que no por mucho madrugar amanece más temprano.
Se permitió dar esa ventaja, conocía que aún no estaban todos los que eran y que en cualquier competencia por muy corta o larga que fuera la distancia, el fuelle y la resistencia lo haría emparejar en la curva y pasarlos en plena recta con la ventaja suficiente para que no quedara duda de la llegada triunfal, de este tren zuliano al 12 de febrero, quien además es amante de la paz y reconciliación de los venezolanos.
Como abogado con posgrado en Derecho Público y especialidad en Gerencia Pública, excelente experiencia en programas sociales y atención social, lo hace hoy respetar y admirar en todo el estado Zulia, porque en su gestión como gobernador ha traído progreso y bienestar.
Aun cuando todos los demás precandidatos gozan de una reconocida y encomiable gestión como gobernantes, Pablo una vez electo trabajará en equipo con todos los gobernadores y alcaldes.
También se asegurará de reimpulsar a las empresas para generar empleos estables.
En su visita a Ciudad Guayana, dijo, “no los convoco a una batalla, los invito al reencuentro de nosotros como pueblo. Venezuela es una sola y por ella vale todo”.
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